Nació con los cabellos rojos como llamas y ojos demasiado verdes, así que la gente lo llamó Chanyelín, el hijo de las hadas. Podía ver en la chimenea a los duendes sacándole sus lenguas de brasa, y entre los rayos del sol, descubrir a las hadas. Por eso fue el único que vio cuando los enanos peludos se robaron a...
Nació con los cabellos rojos como llamas y ojos demasiado verdes, así que la gente lo llamó Chanyelín, el hijo de las hadas. Podía ver en la chimenea a los duendes sacándole sus lenguas de brasa, y entre los rayos del sol, descubrir a las hadas. Por eso fue el único que vio cuando los enanos peludos se robaron a la doncella Ariana