¿Cómo es que el paisaje mediterráneo me resulta tan conocido; que su música me entona cuerdas interiores; que la lengua latina me es tan propicia para expresar mis más hondas señales anímicas y espirituales y me musicaliza la palabra? Porque… Porque resulta que cuando visito esos lugares, los recuerdo (aunque nunca haya estado allí en el curso de mi vida...
¿Cómo es que el paisaje mediterráneo me resulta tan conocido; que su música me entona cuerdas interiores; que la lengua latina me es tan propicia para expresar mis más hondas señales anímicas y espirituales y me musicaliza la palabra?
Porque…
Porque resulta que cuando visito esos lugares, los recuerdo (aunque nunca haya estado allí en el curso de mi vida presente); los reconozco, me siento como “de regreso” en ellos y experimento una sensación inequívoca de pertenencia que no admite explicaciones racionales.
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