En esta obra se plasma toda la vida literaria de una escritora, conformada por seis relatos, escritos desde los veinte años hasta su madurez, abandonan la solemnidad para resultar amenizados mediante un verdadero dominio de la palabra, transmitiendo al lector los mensajes por la vía del lenguaje llano y directo.

La oscilación de Armida de la Vara entre la literatura y la historia se vuelve evidente cuando desde el mundo de la fantasía nos entrega conocimiento histórico. Cuando ella empezó a interpretar la realidad de su tiempo por medio de un relato embellecido y ficticio basado en una experiencia individual, empezó a hacer literatura; cuando quiso explicar los hechos de trascendencia colectiva por medio de la exposición del contexto social que rodeaba esos hechos, comenzó a hacer historia.