Quedita la palabra. Cómo que aquí nada pasa. De pronto una nube desprende hacia las páginas, empapa entonces de desconcierto y desasosiego al lector. Porque la poesía se vuelve tormenta, un torrente en la entraña, el maravilloso instante en el que escapa la bruma. Dolor y armonía. Los días aciagos y felices. Un recuerdo que es añoranza. Josefa Isabel Rojas Molina desde siempre tiene el acierto de hacernos sentir a través de la palabra. " Versiones de la conjetura": el impulso desde el habla, las diversas voces que en el deseo de ser nos invitan a tirar la prenda buscando el número como en un jugar a la bebeleche.
Omar Gámez Navo
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