La obra consta de un número de poemas en distintos formatos y en algunos casos, con cierta similitud a una crónica relatada de manera poética. Diferentes escenarios y atmósferas se presentan a cada poema, donde tras un análisis es posible detectar distintas etapas en la vida del autor, en sus distintos torrentes de amores, alegrías, pensares y pesares. Poemas como “Ensuciáte” evocan una invitación a la autocrítica seguida de experiencias, mientras que en otros escritos como “Cuando sea viejo” o “La foto de mi hermano” se obvia la nostalgia y melancolía asociada al pasar del tiempo y las distancias y sus subsecuentes efectos en las relaciones inter –e intra– personales. Otros tantos escritos como “He de admitir y confesar” y “Oh naturaleza” intentan resolver la incertidumbre muchas veces presente en el ser humano. Otras aventuras más instintivas se presentan en “Mostrarlo, sentirlo y hacerlo”, donde los deseos carnales del humano son comparados con la necesidad del amor.

Una antología encantantadora e intimidante, una montaña rusa de emociones, impactantes para el autor y lector, se encuentran en el recorrido cercano al doble centenar de páginas. Ambigüedades además otorgan la posibilidad de distintas interpretaciones dentro del juego de la ironía y el sarcasmo rezagado en cada página de la obra.