La homogenización no puede ser ni fresca ni sarcástica: es una imposición por donde se le mire, sin importar las buenas intenciones. Después de todo, las conductas del quién también son un derecho. Desde esa idea, Luis Armenta Malpica revoluciona en este libro los planteamientos que la posmodernidad nos ha implantado como sujetos del lenguaje. Resulta sorprendente que un poeta con una voz tan definida se dé la libertad de ser otro, un opositor al nosotros impuesto violentamente por los discursos del neo género.
Sólo un poeta de firme hechura tiene la habilidad para meter, en un libro tan acotado por la idea, esas ráfagas de poesía pura; imágenes que revolotean al lado de nosotres como para no olvidar, ni por un segundo, que el lenguaje se construye a cada instante y que todo poeta, si no es congruente, es un farsante. –Luis ArmentaAcepta las cookies para continuar